Acordeón

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martes, 1 de abril de 2008



La casa de de don Pedro


En el primer piso en el número 4 vivía nuestro vecino el pintor tapatío Don Pedro Galarza Durán, 1882-1972. Los vecinos le decían cariñosamente "Don Pedrito", lo recuerdo como una persona muy amable; siempre que regresaba de sus viajes de Guadalajara nos traía de regalo dulce de cajeta, venía envasada en unas cajitas circulares de madera que estaban envueltas en brillante papel metálico de colores, era una delicia al paladar. Su familia constaba de su hermano Dn. Ángel la señora Encarnación esposa de éste y el hijo de ambos de nombre Miguel Ángel.

Don Pedrito fué padrino de bautizo de uno de mis hermanos, ésta persona fué de vital importancia en mi vida,por él tuve acceso al mundo del arte, la pintura y la música. En sus continuos viajes don Pedrito traía con él a niños o niñas a pasar unos días en México, mis hermanos y yo acostumbrábamos entrar a su departamento ajugar con ellos.


Don Ángel era un magnifico pianista y para nosotros era un deleite escucharlo; cuando practicaba todo el edificio se inundaba con la musica y los niños nos convertíamos en sus espectadores, en especial nos gustaba "El gato montés" y siempre le pedíamos qu la repitiera, al final de cada repetición le aplaudíamos, el sonriente nos complacía por un buen rato.

Por su parte Don Pedrito dibujaba al carbón o pintaba al óleo; Tenía las paredes de su estudio completamente cubiertas con dibujos o pinturas, el ambiente era de galería inundado con el olor de la trementina. Un día me llamó aparte, tendría yo nueve años más o menos,afuera brillaba el sol de medio día, él se había percatado de que me gustaba dibujar. Me dió papel y lápiz y me proporcionó un cromo para que lo copiara, me estuve un buen rato tratando de resolver ésta tarea, cuando terminé él se quedó observando y luego sonrió, me dí cuenta que había pasado la prueba. De ahí en adelante hubieron sesiones cortas de dibujo, siempre a lápiz, con él aprendí a aplicar claro-oscuro.